La utilización del caballo como recurso terapéutico en los programas de atención, terapia y rehabilitación de niños y adultos con cualquier tipo de discapacidad -física, psíquica o social- comienza a ser conocida entre los profesionales de la medicina.
Este tratamiento, dirigido por expertos, trabaja con las capacidades y habilidades de las personas con necesidad de rehabilitación.
Estas terapias tienen diferentes grados:
Hipoterapia: dirigida a personas con discapacidades muy severas, incapaces de ejercer una acción sobre la preparación o la dirección de un caballo. Es el caballo el que actúa en la reeducación por su masa, calor, talla y ritmo. El paciente no suele ser autosuficiente y necesita montar junto a su terapeuta (monta gemelar).
Equitación Terapéutica: dirigida a personas con discapacidad que son susceptibles de ejercer alguna acción sobre el caballo en el acto de preparación y/o en el de la conducción. Busca llegar de forma adaptada a las metas del jinete: mover, controlar y guiar al caballo independientemente en sus diferentes aires y hacer diferentes ejercicios.
Beneficios desde el punto de vista:
Desde el punto de vista físico y motor, el factor principal que fundamenta esta terapia es: el movimiento tridimensional y rotativo que transmite el caballo a quien lo monta.
Observamos que los movimientos de una persona a caballo al paso, son casi idénticos a los de una persona caminando, ambos siguen el mismo patrón de movimiento en la pelvis y en el tronco. Esto ocurre de forma pasiva mientras el jinete está sentado correctamente en el centro del dorso del caballo. Montar a caballo a horcajadas equivale a caminar sentado.
La cadencia y la amplitud del tranco transmiten al jinete impulsos rítmicos que estimulan física y neurológicamente todo el cuerpo.
El movimiento natural del caballo produce un enderezamiento y equilibrio espontáneos en la persona que lo monta; este ayuda al control postural y a ubicar adecuadamente el centro de gravedad. Esto constituye la base del movimiento normal.
Así pues, la Equitación Terapéutica mejora el estado físico y el desarrollo motor, trabajando el equilibrio, el tono muscular y el control postural. Facilita la estimulación y la reeducación de patrones motores, así como la normalización de reflejos posturales.
Otros beneficios:
Desde el punto de vista sensorial, el proceso de estimulación de los cinco sentidos durante las sesiones favorece la actividad neuronal permitiendo que el cerebro identifique: músculos, miembros, órganos, etc. y que este reciba información correcta de fuera a adentro.
De esta manera, se construye sobre el fundamento de la rehabilitación neuromuscular que busca que el cerebro mande instrucciones a los músculos.
Además, esta estimulación ayuda a la generación de procesos mentales superiores como la fijación de la atención, los mecanismos conscientes, las habilidades cognitivas finas, las que tienen que ver con la relación social y las que controlan la voluntad.
En los casos de discapacidad sensorial (visual y/o auditiva) la Equitación Terapéutica supone un gran aliado ya que:
Desde el punto de vista psicológico y emocional, la comunicación que se establece entre el jinete y el caballo está basada en la comunicación primaria de todo ser humano que, principalmente, es afectiva, fácil de conseguir y que estimula la autoestima y la confianza.
Además, al efectuarse las sesiones al aire libre, la Equitación Terapéutica representa para el paciente un momento de entretenimiento haciendo que no se sienta realizando una terapia y se obtiene así toda su colaboración para el aprendizaje.
La Equitación Terapéutica fortalece la autonomía, la autoestima y confianza de quien lo monta ya que permite a una persona con discapacidad llegar a sentirse igual que los demás en una actividad extremadamente desafiante.
Otros beneficios:
Desde el punto de vista de la comunicación y de integración, la Equitación Terapéutica facilita la capacidad de relacionarse y comunicarse con otras personas animándoles a una mayor integración social. También enseña muchas cualidades que son necesarias para una correcta relación con otros seres humanos: respeto (al caballo, al prójimo, a las normas); responsabilidad (cuidado del caballo, del material y de las instalaciones); amistad entre compañeros.
Otros beneficios:
Uno de los caminos con los que la Medicina avanza se basa en las llamadas Evidencias Científicas. Estas se llevan a cabo de la mano de profesionales de las ciencias de la Salud. Con ellas, se pretende su mayor difusión posible pues contienen un arsenal de conocimientos científicos y habilidades básicas para el desempeño de la profesión médica.
La terapia mediante caballos está abandonando cada vez más deprisa el terreno especulativo para adentrarse en el mundo de la Medicina Basada en la Evidencia.
En el caso de la Equitación Terapéutica hay evidencias publicadas en foros internacionales especializados de profesionales de la Salud sobre sus efectos positivos:
El cerebro está activo 24 horas y tiene una capacidad de aprendizaje o plasticidad activa en todas ellas. Todo lo que suponga una estimulación sensorio-motora supone aprendizaje. El caballo es una herramienta muy valiosa por la cantidad de información motriz y que, a través de los cinco sentidos, proporciona a quien lo monta.
Una terapia integral busca dar la mayor cantidad de información sensorial para conseguir la mayor posibilidad de acceso al aprendizaje, a la reeducación.
Una rehabilitación integral no sólo trata de aliviar los síntomas de una enfermedad o evitar su progresión sino que también busca conseguir beneficios psicológicos y sociales con el fin de mejorar su calidad de vida, su nivel de funcionalidad y de autonomía.
Niños y adultos afectados por alguna discapacidad física, psíquica, sensorial, social o con patologías multisistémicas.
Se recomienda a personas con enfermedades neurológicas:
Para personas con necesidades especiales de educación, dificultades de aprendizaje, patologías psiquiátricas, trastornos psicológicos (TDAH, conducta,…), discapacidades sensoriales (visual y/o auditiva).
Estas discapacidades necesitarán no tener contraindicada la Equitación Terapéutica por su médico especialista y pasar un examen de idoneidad por parte del equipo de terapeutas de Riendamiga.